EXTRET DE Diario Octubre
El 22 de abril de 1870 vio la luz en la ciudad rusa de Simbirsk (hoy
Uliánovsk), a escasos metros del imponente río Volga, el genial Vladimir
Ilich Lenin, quien hizo posible el advenimiento de una nueva era para
la humanidad, la del socialismo.
Siendo un gran filósofo, economista, sociólogo y líder
revolucionario, Lenin, quien se presentó en el escenario de la lucha de
clases como firme seguidor de Carlos Marx y Federico Engels, se basó en
el análisis y la generalización de nuevos acontecimientos y fenómenos
históricos, y llevó adelante la doctrina revolucionaria en todos sus
aspectos; hizo aportes teóricos importantes al marxismo, con lo cual
abrió una etapa cualitativamente nueva para dicha doctrina.
A él, además, le correspondió encontrar el campo de acción concreto
para llevar la teoría a la práctica. La tesis leninista que postulaba la
posibilidad del triunfo del socialismo en un solo país, y su legendaria
materialización con la Revolución de Octubre y el establecimiento del
primer Estado socialista, son pruebas contundentes de cómo se fundieron,
en el leninismo, la teoría del socialismo científico y la práctica
revolucionaria.
El acontecer mundial con sus profundas contradicciones, y aun con sus
reveses, confirma la certeza de las ideas de Lenin con respecto al
desarrollo de las ideas socialistas y los movimientos emancipadores de
los pueblos oprimidos.
“Solo la revolución proletaria socialista puede sacar a la humanidad
del callejón sin salida creado por el imperialismo y las guerras
imperialistas”, decía Lenin y su visión nos acompaña: “Cualesquiera que
fueran las dificultades, los reveses temporales posibles y las oleadas
contrarrevolucionarias, la revolución triunfará, la victoria final del
proletariado está asegurada”.
El profundo magisterio de este revolucionario es un monumento vivo, de ahí que sea, sin lugar a dudas, un Coloso de la Historia.